jueves, 25 de julio de 2013

¿Lo mío es la traducción?

Creo que todos los que estudiamos Traductorado de Inglés en algún momento nos preguntamos eso y a veces, nos cuesta mucho encontrar la respuesta correcta.
¿Cómo sabemos si realmente tenemos las habilidades para ser un buen traductor? 
Muchas veces a lo largo de la carrera, cuando nos enfrentamos a traducciones complejas y no sabemos a dónde recurrir, nuestro ánimo se viene a pique y nos planteamos si verdaderamente esta es la carrera apropiada para nosotros. 
Más de una vez me ha pasado tener que hacer una traducción para la facultad y sentirme perdida además de triste por estar "estancada" en un fragmento por más tiempo del que pretendía. Lo primero que se me vino a la cabeza en esas situaciones fue: ¿qué hago haciendo esto? ¿cómo voy a pretender trabajar como traductora si estoy tan "lerda"? Pero es en ese segundo de estrés, en donde recuerdo que estoy estudiando esto porque realmente me apasiona, porque creo que tengo mucho para dar, y que ante todo, estoy acá porque YO lo elegí. Elegí dedicarme a esta carrera, elegí afrontar los desafíos que me propone cada materia, cada traducción y elegí ser "un puente entre culturas" aunque la frase esté muy trillada. 
Lo más importante a lo largo de este trayecto es no perder la VOLUNTAD y la CONFIANZA en uno mismo. Confiar en uno no solo es necesario para estudiar Traductorado, sino que también es una ley general de la vida. Quererse uno y saber apreciar nuestras virtudes (así como reconocer nuestros defectos) es la base de todo proyecto. 
Tenemos que tener bien en claro por qué estamos estudiando esto, qué caminos recorrimos para llegar a donde estamos hoy y por qué creemos que seríamos unos traductores extraordinarios. 
Ponernos pesimistas, pensar que esto NO es lo nuestro, o que jamás vamos a poder vivir de la traducción, no nos conduce a NADA, salvo a lastimar nuestra autoestima y entrar en in círculo de negatividad del cual es muy difícil salir después. 
Tener ganas de progresar, de aprender SIEMPRE, de superarnos, debería ser nuestro lema de vida. 
Hay infinidad de cosas que uno puede hacer para ir adquiriendo práctica y agilizar el ritmo de traducción, que quizás hoy, siendo estudiantes, no nos demos cuenta de lo IMPORTANTE que es ponernos un tiempo y una cantidad de palabras a traducir por día. Probarnos ahora, que tenemos la posibilidad de hacerlo sin perjudicar a un futuro cliente es una buena idea para saber dónde estamos parados. Entre algunas opciones que se me ocurren está, por ejemplo, elegir un texto de alguna de las tantas páginas en inglés que hay que nos guste, traducirlo, tomar el tiempo que nos lleva realizar la traducción, o ofrecernos como traductores voluntarios en alguna ONG que despierte nuestro interés. Yo por mi parte estoy probando la última opción y creo que va a ser una experiencia muy gratificante. Les iré contando a medida que pase el tiempo. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario